20 octubre 2008

lo que queda por aprender...


He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame, solo convertirme en alguien a quien se pueda amar; el resto ya depende de los otros.
He aprendido que por mucho que me preocupe por los demás, muchos de ellos no se preocuparan por mí
He aprendido que puede requerir años construir la confianza y únicamente segundos para destruirla.
He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida, no son las cosas que tengo alrededor si no las personas que tengo alrededor.
He aprendido que puedo encantar a la gente por unos 15 minutos, después de eso necesito poder hacer mas.
He aprendido que no debo compararme con lo mejor de lo que hacen los demás, si no con lo mejor que puedo hacer yo.
He aprendido que lo más importante no es lo que sucede sino lo que hago al respecto.
He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante que ocasionan dolor durante toda la vida.
He aprendido que es importante practicar para convertirme en la persona que yo quiero ser.
He aprendido que siempre debo despedirme de las personas que amo con palabras amorosas; podría ser la última vez que las veo.
He aprendido que puedo llegar mucho más lejos que lo que pensé posible.
He aprendido que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea el sentimiento que tenga.
He aprendido que, o controlo mis actitudes o ellas me controlan a mí.
He aprendido que por más apasionada que sea la relación en un principio, la pasión se desvanece y algo más debe tomar su lugar.
He aprendido que los héroes son las personas que hacen aquello de lo que están convencidos, a pesar de las consecuencias.
He aprendido que aprender a perdonar requiere mucha práctica.
He aprendido que el dinero es un pésimo indicador de algo o alguien.
He aprendido que con los amigos podemos hacer cualquier cosa, o no hacer nada, y tener el mejor de los momentos.
He aprendido que a veces las personas que creo que van a patear cuando estoy caído, son aquellas las que me ayudan a levantar.
He aprendido que en muchos momentos tengo el derecho de estar enojado, más no el derecho de ser cruel.
He aprendido que la verdadera amistad, y el verdadero amor, continúan creciendo a pesar de las distancias.
He aprendido que simplemente por que alguien no me ama de la manera que yo quisiera, no significa que no me ama a su manera.
He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que he tenido y aquello que he aprendido de ellas, que con el número de años cumplido.
He aprendido que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son tontos; pocas cosas son más humillantes y qué tragedia sería si él lo creyera.
He aprendido que mi familia no siempre estará pendiente de mí, mientras otras personas no relacionadas podrían preocuparse por mí, amarme y enseñarme a confiar de nuevo; las familias no son biológicas.
He aprendido que por bueno que sea el amigo, tarde o temprano me voy a sentir lastimado por él y debo saber perdonarlo por ello.
He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros; a veces tengo que perdonarme a mi mismo.
He aprendido que por más fuerte que sea mi duelo, el mundo no se detiene por mi dolor.
He aprendido que mientras mis antecedentes y circunstancias pueden haber influenciado en lo que soy, yo soy responsable de lo que llego a ser.
He aprendido que simplemente porque dos personas pelean, no significa que no se aman la una a la otra; y que simplemente porque dos personas no discuten, no significa que si se amen.
He aprendido que no tengo que cambiar de amigos si comprendo que los amigos cambian.
He aprendido que no debo afanarme averiguar un secreto; podría cambiar mi vida para siempre.
He aprendido que dos personas pueden mirar a la misma cosa y ver totalmente algo diferente.
He aprendido que por más que trato de proteger a mis hijos, ellos eventualmente se lastiman y con eso me lastimo en el proceso.
He aprendido que hay muchas maneras de enamorarse y permanecer enamorado.
He aprendido que sin importar las consecuencias; cuando soy honesto conmigo mismo llego mas lejos en la vida.
He aprendido que muchas cosas pueden ser generadas por la mente; el truco es el autodominio.
He aprendido que por muchos amigos que tenga, si me convierto en su salvador, me sentiré solitario y perdido en los momentos que mas los necesite.
He aprendido que puedo cambiar mi vida en cuestión de horas ante la influencia de personas que ni si quiera me conocen.
He aprendido que aún cuando pienso que no puedo dar más, cuando un amigo pide ayuda, logro encontrar la fortaleza para ayudarlo.
He aprendido que tanto escribir como hablar puede aliviar los dolores emocionales.
He aprendido que los títulos en la pared no nos convierten en seres humanos decentes.
He aprendido que las personas se mueren demasiado pronto.
He aprendido que aunque la palabra amor pueda tener diferentes significados, pierde su valor cuando se utiliza con ligereza.
He aprendido que es muy difícil determinar dónde fijar el límite entre no herir los sentimientos de los demás y defender lo que creo.
He aprendido que hay momentos en la vida, en los que puedo confiar más en un desconocido que en un amigo.
He aprendido que la vida es dura, pero yo lo soy más.
He aprendido que las despedidas no suponen más que la necesaria caída de una hoja seca del árbol de la vida. Hoja que cae para dejar paso a otra nueva y fresca hoja recién nacida.
He aprendido que las oportunidades no se pierden nunca: las que tú dejas marchar las aprovecha otro
He aprendido que AMAR, DESEAR, RESPETAR, ADMIRAR Y QUERER no son pilares que han de sostener, a la vez, un hogar. Pero he aprendido que sí son los que quiero, al mismo tiempo, para crear mi propio hogar.
He aprendido que cuando siembras rencor y amargura la felicidad se va a otra parte.
He aprendido que, aunque las personas me amen, no han de sentir ni han de pensar como yo, ni tampoco han de comportarse como yo espero de ellas.
He aprendido que en el más selecto y austero de los recogimientos es donde clama más alto la voz del corazón.
He aprendido que necesitaría usar siempre palabras buenas porque mañana quizás me las tenga que tragar.
He aprendido que cuando te amarras a tu amargura, la felicidad amarrará en otro muelle.
He aprendido que desearía haberle dicho a mis abue@s que los quiero, una vez más, antes de que fallecieran.
He aprendido que la mejor aula de aprendizaje está a los pies de una persona mayor.
He aprendido que cuando estás enamorado, se nota.
He aprendido que cuando sólo una persona me dice, "Tú me alegraste el día", me alegra el día.
He aprendido que un bebé que se duerme en tus brazos genera el más profundo sentimiento de paz.
He aprendido que ser bondadoso es más importante que tener la razón.
He aprendido que nunca debemos rechazar el regalo de un niño.
He aprendido que yo siempre puedo rezar por otro cuando no tengo las fuerzas para ayudarlo de alguna otra manera.
He aprendido que la vida es como un rollo de papel; mientras más se acerca a su fin, mas rápido se acaba.
He aprendido que deberíamos estar contentos que Dios no nos dio todo lo que pedimos.
He aprendido que el dinero no compra amor.
He aprendido que las pequeñas cosas de todos los días hacen la vida tan espectacular.
He aprendido que bajo la coraza más dura hay alguien que quiere ser apreciado y amado.
He aprendido que El Señor no lo hizo todo en un día. ¿Qué me hace pensar que yo puedo?
He aprendido que ignorar la realidad no cambia la realidad.
He aprendido que cuando planeas vengarte de alguien, estás dejando que esa persona continúe hiriéndote.
He aprendido que el amor y no el tiempo cierra todas las heridas.
He aprendido que la forma más fácil de crecer como persona es rodearme de gente más capaz que yo.
He aprendido que todos con los que te encuentras se merecen que los recibas con una sonrisa.
He aprendido que no hay nada más dulce que dormir con un bebé y sentir su aliento en tus mejillas
He aprendido que nadie es perfecto hasta que te enamoras de esa persona.
He aprendido que la vida es dura pero yo soy más duro.
He aprendido que las oportunidades nunca se pierden; alguien tomará la que dejaste pasar.
He aprendido que una sonrisa es una forma muy barata de mejorar la presencia.
He aprendido que no puedo decidir como me siento, pero si puedo decidir que voy a hacer al respecto.
He aprendido que mientras menos tiempo tengo disponible, más cosas término.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño dedo, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.

2 comentarios:

Luna dijo...

Muy bonito Post, miry.

Luis y Mª Jesús dijo...

jope... lo he leido despacio porque lo que tu has apredido yo solo lo he visto (no acabo de asimilarlo).

Me ha encantado, aunque creo que lo que realmente has aprendido es a tener buena voluntad (q es lo que verdaderamnet vale)enhorabuena y mantente aunque te metan algún gol (nunca se aprende del todo) ...si me dejas vuelvo... me oxigena este blog.