07 marzo 2009

Llovit, el niño afgano que busca salvar su vida



Llovit vive en Herat, ciudad afgana de 120.000 habitantes. "Es un pequeño alegre, sonriente y extrovertido", señala el colectivo que defiende su causa, que lamenta que una tasalemia maior de pronóstico mortal le obligue a recibir transfusiones sanguíneas cada 24 días (cada una de la mismas le supone un coste de 60 dólares a su familia). Esta enfermedad es una anemia grave crónica con esplenomegalia, sobrecarga de hierro, retraso del crecimiento, hepatomegalia (aumento tamaño hígado), trastornos hormonales, cardiomegalia, osteoporosis y otras patologías.

Llovit es adoptado. Su madre no puede tener hijos y un hermano del padre se lo cedió en adopción. Tiene una hermana de siete años, un hermano de cinco y otro de sólo un año, todos sanos y que viven en familia con sus padres y hermanos biológicos. En total son 19 personas, cada familia en una habitación cuadrada de aproximadamente metro y medio de pared. No tienen cuarto de baño ni agua corriente ni luz eléctrica y sacan el agua para la bebida y la limpieza de un pozo.
Los padres de Llovit tienen 29 y 28 años, no trabajan desde que el pequeño empezó con las transfusiones a los seis meses de nacer, sino que se dedican a cuidarlo, jugar con él y llevarlo a hospitales en Herat, Kabul y localidades del vecino Pakistán. En estos lugares tratan con médicos, curanderos o donde crean que hay un mínimo de esperanza para él.
El padre del niño se dedicaba a vender coches hasta que dejó el trabajo y se gastó todo sus ahorros en Llovit. En Afganistan no existe la sanidad pública ni gratuita, por lo que en cada transfusión les cobran 60 dólares. Ahora no tienen casa, ni huerto, ni animales, ni ahorros.
El padre biológico de Llovit les ayuda con dinero para comer y la casa no les cuesta nada porque es de la familia. La alimentación es a base de arroz y un pan con forma de torta que dura varios días. A veces pueden comer carne de cordero o de pollo, alguna vez verduras, casi nunca fruta, nunca pescado y prácticamente nunca leche.

La situación de Afganistán en estado permanente de guerra, y con una mayoría de población sin apenas recursos educativos, sociales y sanitarios impiden que Llovit pueda recibir la atención médica adecuada, precisa el grupo de personas que le apoya, y que entiende que "la única solución es someterle a un trasplante de médula ósea, intervención que no se realiza en su país por razones obvias".

El niño está siendo atendido por los médicos del hospital de campaña que el Ejército español ha levantado en Herat, de forma que Llovit ha podido sobrevivir con tratamientos paliativos actualmente se está gestionando la posibilidad de su traslado a España con el fin de realizarle el trasplante de médula que precisa.

Este es uno de los múltiples ejemplos de la labor y ayuda que muchos de los nuestros, Ongs... y demás realizan en Herát. Ojalá todo este esfuerzo tenga su recompensa final...una gran sonrisa de LLOVIT